TDAH: navegando por las complejidades de la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad

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Descubra los diferentes subtipos y encuentre el mejor enfoque para usted

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico de origen complejo y multifactorial.

Existen tres subtipos de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad según la Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), que es una guía ampliamente utilizada para diagnosticar trastornos mentales. Estos subtipos se basan en los síntomas predominantes que presenta la persona que padece el trastorno. Ellos son:

  1. TDAH predominantemente desatento: En este subtipo, los síntomas de falta de atención son más prominentes que los síntomas de hiperactividad/impulsividad. Las personas con este subtipo pueden tener dificultades para mantener la atención, distraerse fácilmente, tener problemas para organizar tareas y mostrar olvidos frecuentes.
  2. TDAH predominantemente hiperactivo/impulsivo: En este subtipo, los síntomas de hiperactividad e impulsividad son más predominantes en relación con los síntomas de falta de atención. Las personas con este subtipo pueden experimentar agitación excesiva, dificultad para quedarse quietos, hablar en exceso, actuar impulsivamente sin pensar en las consecuencias y tener dificultades para esperar su turno.
  3. TDAH combinado: Este es el subtipo más común, en el que los síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad están significativamente presentes. Las personas con este subtipo pueden presentar una combinación de síntomas de falta de atención, como dificultad para concentrarse, con síntomas de hiperactividad/impulsividad, como agitación e impulsividad en las acciones.

Es importante destacar que el TDAH es un trastorno complejo y heterogéneo, y las manifestaciones de los síntomas pueden variar mucho de una persona a otra. Además, el DSM-5 también introdujo una categoría llamada "Otros especificados" para los casos que no entran específicamente en los subtipos mencionados anteriormente pero que aún presentan síntomas significativos de trastornos.

El diagnóstico del subtipo TDAH se realiza en base a una evaluación clínica realizada por profesionales sanitarios cualificados, como psiquiatras, psicólogos o neuropediatras, que tienen en cuenta los síntomas y el impacto funcional en la vida diaria de la persona.

Afecta a niños, adolescentes y adultos, y se caracteriza por la presencia de síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad, que pueden impactar significativamente la vida diaria y el funcionamiento académico, profesional y social de una persona.

Los síntomas de falta de atención pueden incluir dificultad para mantener la concentración, distraerse fácilmente, olvidar con frecuencia, tendencia a perder objetos, dificultad para seguir instrucciones detalladas y cometer errores por descuido.

Los síntomas de hiperactividad se manifiestan mediante excesiva agitación motora, inquietud, dificultad para permanecer quieto en situaciones que requieren calma, impulsividad y dificultad para esperar el turno. Además, los síntomas de impulsividad pueden manifestarse en la toma de decisiones apresuradas, la interrupción de conversaciones y la dificultad para controlar las reacciones emocionales.

La causa exacta del TDAH aún no se comprende completamente, pero se cree que una combinación de factores genéticos, desequilibrios químicos cerebrales y factores ambientales pueden estar involucrados en su desarrollo. Las investigaciones indican que ciertas áreas del cerebro asociadas con el control de la atención, la inhibición de los impulsos y la regulación emocional pueden presentar diferencias estructurales y funcionales en personas con dichos trastornos.

El diagnóstico de TDAH lo realizan profesionales sanitarios capacitados, como psicólogos, psiquiatras o neuropediatras, mediante una evaluación clínica integral.

Los síntomas deben estar presentes en diferentes contextos, como en el hogar, la escuela o el trabajo, y que causen un daño significativo al funcionamiento general de la persona. Además, es importante descartar otras afecciones médicas o psiquiátricas que puedan estar contribuyendo a los síntomas.

El tratamiento para el TDAH es individualizado y puede implicar un enfoque multimodal, que incluye intervenciones conductuales, intervenciones psicoeducativas, apoyo psicosocial, orientación de los padres y, en algunos casos, el uso de medicamentos. Las intervenciones conductuales tienen como objetivo ayudar a las personas a desarrollar estrategias para mejorar la organización, la planificación, el control de los impulsos y la atención.

La terapia cognitivo-conductual también puede ser útil para tratar el TDAH, ayudando a identificar patrones de pensamiento disfuncionales y desarrollar habilidades de adaptación.

En algunos casos, se puede recomendar el uso de medicamentos estimulantes, como metilfenidato o anfetaminas, para controlar los síntomas del TDAH. Estos medicamentos actúan sobre el sistema nervioso central, ayudando a mejorar la atención, reducir la hiperactividad y la impulsividad. Sin embargo, la decisión de utilizar medicamentos debe tomarse en conjunto con el médico, considerando los beneficios y posibles efectos secundarios.

Además del tratamiento, es importante brindar un entorno de apoyo y comprensión a las personas con TDAH. La educación, el apoyo emocional, las estrategias de gestión y organización del tiempo y las adaptaciones en el entorno laboral o escolar pueden ayudar a maximizar el potencial de las personas con TDAH y facilitar su integración en diferentes ámbitos de la vida.

Aunque el TDAH es un trastorno crónico, con el tratamiento adecuado y el apoyo necesario, los afectados pueden aprender a gestionar sus síntomas y conseguir un buen funcionamiento en diferentes ámbitos de la vida. Es fundamental buscar orientación de profesionales sanitarios especializados para un diagnóstico certero y un plan de tratamiento adecuado.

Remedios apropiados para tratar el TDAH

Existen diferentes tipos de medicamentos que se pueden recetar como parte del tratamiento para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Los medicamentos más utilizados para el TDAH son estimulantes y el no estimulantes. Es importante destacar que sólo un médico calificado puede evaluar y prescribir medicamentos, teniendo en cuenta las características individuales de cada persona.

  1. Estimulantes:
    • Los estimulantes son los medicamentos recetados con más frecuencia para tratar el TDAH. El metilfenidato es un ejemplo ampliamente utilizado. Está disponible en formulaciones de liberación inmediata, que tienen un efecto duradero, y en formulaciones de liberación prolongada, que tienen un efecto más prolongado durante todo el día.
    • Anfetaminas, como dextroanfetamina, también se puede recetar para el tratamiento del TDAH. Al igual que el metilfenidato, están disponibles en formulaciones de liberación inmediata o de liberación prolongada.

Estos medicamentos estimulantes ayudan a mejorar la atención, reducir la hiperactividad y controlar los impulsos en personas con TDAH. Actúan sobre el sistema nervioso central, afectando a los neurotransmisores relacionados con el control de la atención y la impulsividad. Los estimulantes son eficaces para muchas personas con TDAH y, a menudo, tienen resultados positivos para reducir los síntomas.

Sin embargo, en algunos casos, los estimulantes pueden no ser adecuados o no ser bien tolerados. En estos casos, los médicos pueden recetar medicamentos no estimulantes para tratar el TDAH.

2. No estimulantes:

  • Atomoxetina, que es un inhibidor selectivo de la recaptación de noradrenalina. La atomoxetina puede ser especialmente útil para personas que no toleran bien los estimulantes o tienen condiciones médicas que contraindican su uso. Los medicamentos no estimulantes también ayudan a mejorar la atención y controlar los síntomas del TDAH, pero funcionan de manera diferente a los estimulantes. Por lo general, tardan más en mostrar resultados completos, pero tienen la ventaja de no ser sustancias controladas y tener un perfil de efectos secundarios diferente.

Es importante resaltar que cada persona responde individualmente a los medicamentos y el tratamiento farmacológico debe ajustarse de acuerdo con la respuesta y tolerancia de cada individuo.

Además, los medicamentos deben usarse en combinación con otras intervenciones, como terapia conductual, apoyo educativo y estrategias de manejo adaptativo. El tratamiento del TDAH es integral y debe abordar aspectos médicos, psicosociales y educativos.

La decisión de utilizar medicación y la elección de la medicación más adecuada debe tomarse en consulta con un médico especialista, como un psiquiatra o un neurólogo pediátrico, quien evaluará cuidadosamente la situación y las necesidades individuales de cada persona con TDAH.

El médico considerará factores como la edad, la gravedad de los síntomas, la presencia de afecciones médicas coexistentes y el historial de respuesta a medicamentos anteriores. El objetivo es encontrar la mejor combinación de tratamientos para ayudar a la persona a gestionar sus síntomas de forma eficaz y mejorar su calidad de vida.

Herramientas y aplicaciones que ayudan con el TDAH

Si bien puedo brindar información general sobre herramientas y aplicaciones que pueden ayudar a controlar el TDAH, es importante tener en cuenta que cada persona es única y puede responder de manera diferente a estas herramientas. Además, las recomendaciones de aplicaciones específicas pueden depender de factores como la edad, las necesidades individuales y las preferencias personales. A continuación se muestran algunas categorías de aplicaciones que pueden resultar útiles:

  1. Recordatorios y organización:
    • Las aplicaciones de gestión de tareas como Todoist, Trello o Any.do pueden ayudar a organizar y realizar un seguimiento de las tareas diarias.
    • Las aplicaciones de recordatorio como Google Keep, Microsoft To-Do o Remember The Milk pueden ayudarle a recordar citas y plazos importantes.
  2. Técnicas de Productividad y Concentración:
    • Las aplicaciones de técnica Pomodoro, como Focus Keeper, Forest o Be Focused, pueden ayudar a dividir el tiempo en intervalos de trabajo concentrado intercalados con descansos.
    • Las aplicaciones que bloquean la distracción como Freedom, Offtime o Forest pueden ayudar a limitar el acceso a aplicaciones y sitios web que pueden distraer mientras se trabaja.
  3. Atención plena y meditación:
    • Las aplicaciones de meditación como Headspace, Calm o Insight Timer ofrecen ejercicios guiados de meditación y atención plena para ayudar a calmar la mente y aumentar la atención plena. Incluso tenemos un artículo en nuestro sitio web sobre salud mental y uno sobre la aplicación de meditación guiada que es top 1 en este momento, la espacio de cabeza.
  4. Registros y seguimiento:
    • Las aplicaciones de registro de síntomas y estados de ánimo como Daylio, eMoods o MoodTrack Diary pueden ayudar a realizar un seguimiento de los patrones de estado de ánimo e identificar posibles desencadenantes.
      • Las aplicaciones de seguimiento del sueño como Sleep Cycle, SleepScore o Sleep Time pueden ayudar a controlar la calidad del sueño e identificar patrones de sueño irregulares.

Es importante recordar que estas sugerencias son sólo ejemplos y es posible que no sean adecuadas para todos. Antes de usar cualquier aplicación, se recomienda que investigue, lea reseñas y considere la orientación de profesionales de la salud calificados que puedan brindar recomendaciones personalizadas basadas en las necesidades individuales.